La pulga de Rosario cumple 10 años
La pulga de Rosario cumple 10 años. Toda una proeza para una pulga. 10 años en nuestro mundo de la esfera de cuero. 10 años en los que sólo le han tosido el niño de Madeira, no Pinocho, sino el otro, el de Ronald Reagan; y su padre. Los padres siempre tosen. Aunque sean los padres de una pulga. Tosen y llenan a la “pobre” pulga de un montón de lo que le gusta a sus parientes las moscas. Pero la pulga, hábil como ella sola, ha saltado rápidamente y lo ha solucionado todo, tal y como lo hace en el campo, devolviéndolo todo. Ya sólo tiene que preocuparse de ir sorteando adversarios de diferente indumentaria para asombrar a su público cual circo de idems.
El niño de Madeira también asombra a su público, también bate récords, también cumple años. Hagamos lo que hace Casillas, o hacía, según algunos: paremos. Paremos todos los partidos para homenajear a todos los que cumplan años, batan récords o defrauden a Hacienda. Bueno, esto último, no, porque los partidos se dilatarían demasiado en el tiempo.
Carlos Bacca Ahumada marcó en el último partido celebrado en el feudo de Nervión, no el río, sino el barrio hispalense, el gol 3500 de la entidad que gestiona deportivamente el otrora compañero de banquillo de Bilardo y hoy fichador de éxito. Paremos ese partido también. Volvamos atrás en el tiempo y hagamos un homenaje digno de tal ocasión.
O si no, la pelota es mía y me la llevo.
